Cuando en un virus se da algún cambio en la secuencia de su material genético, resulta en una variante y cuando ese cambio, llamado mutación le otorga al virus alguna modificación en su ciclo biológico, que lo hace más agresivo, más contagioso, más resistente o con alguna otra cualidad, hablamos de cepa.
En este momento en el que los contagios han aumentado nuevamente, lo primordial es saber quién está infectado y quién no; el saber qué variante tiene es secundario, pues ahorita no hace ningún cambio a nivel asistencial.
Para saber qué tipo de variante ha infectado a cada quién, habría que secuenciar el genoma completo del virus, lo que no se hace de rutina porque gasta tiempo y recursos y no hace ninguna diferencia en cuanto al tratamiento del paciente.
A nivel epidemiológico y de investigación, sí es importante conocer las variantes, por lo que cuando aparecen nuevos síntomas, o se ve que surgen nuevos contagios en un grupo específico, se toman muestras de pacientes y entonces se secuencia el genoma del virus completo.
Así que el estar oyendo a cada momento que hay nuevas variantes, no debe asustarnos, simplemente debemos de continuar usando cubre bocas, lavando nuestras manos constantemente y mantener sana distancia con respecto a las demás personas, así como vacunarnos cuando se pueda. Esto es lo que va a frenar esta pandemia.