Poco después de la primera ola de infección por el virus Sars-CoV-2 se empezaron a observar pacientes con síntomas persistentes tras la resolución de la infección aguda. Para nombrar esta situación, en mayo del 2020, desde colectivos de pacientes afectados se propuso en Twitter la etiqueta #LongCOVID.
En Estados Unidos se hicieron estudios de poblaciones en los que se vio que pacientes hospitalizados por Covid-19 tenían una mayor necesidad de asistencia médica posterior que pacientes hospitalizados por otras causas (incluyendo pacientes hospitalizados por otras infecciones virales diferentes de Covid-19), así como aumento en la frecuencia de reingreso hospitalario y mortalidad.
Con más de 18000 publicaciones y 22 metaanálisis, se intercambian términos en la literatura como COVID prolongado (long-COVID), síndrome post-COVID agudo (post-acute COVID-19 syndrome) o trastornos post-COVID (post-COVID conditions), con ausencia de una definición estandarizada, lo que implica la inclusión de diferentes cuadros clínicos.
En un intento de estandarizar los términos, los CDC y la OMS plantean la utilización genérica de «post-COVID conditions» para las consecuencias en salud que persisten tras 4semanas desde la infección aguda.
En cambio, el británico National Institute for Health and Care Excellence (NICE) propone como definición operativa el término «long-COVID», que engloba los síntomas persistentes tras 4 semanas de la infección aguda con ausencia de otra causa alternativa. Este término incluiría el «ongoing symptomatic COVID-19» para los signos y síntomas entre las 4 y 12semanas tras la infección aguda y el «post-COVID syndrome» para la persistencia durante más de 12semanas.
Esto nos lleva a lo siguiente:
Manifestaciones clínicas post-covid –
· Secuelas - consecuencia del daño orgánico establecido tras la enfermedad aguda.
· Derivadas de la propia hospitalización
· Descompensación de enfermedades crónicas previas
· Inicio de nueva enfermedad, desencadenada por Covid-19
· Toxicidad farmacológica
Las manifestaciones clínicas que no puedan agruparse en estas categorías y que persistan en el tiempo serían las que constituirían el «post-COVID syndrome» como un síndrome postinfeccioso propiamente dicho.
Cualquier paciente puede presentar una COVID persistente, independientemente de la gravedad de la infección inicial, incluso los asintomáticos.
En el momento actual no hay una idea bien definida del pronóstico. Algunos estudios comunican una mejoría progresiva de los síntomas en seguimientos prolongados a un año, aunque con algunos síntomas ondulantes.
Para poder abordar esto, conviene que los médicos no trivialicen estos síntomas, que se creen grupos de apoyo para los pacientes y que haya evaluaciones clínicas integrales por parte del personal sanitario.